EL PARAÍSO DE LAS PASTELERÍAS CLÁSICAS

Huesca es una primera potencia de la repostería: pocas provincias conservan tantas y tan buenas pastelerías históricas. Sus especialidades van del ruso a la trenza pasando por el pastel Biarritz o el jaqués.

Paraíso de golosos e infierno de diabéticos, Huesca es una de las provincias con mayor nivel de España en gastronomía dulce. Dos datos avalan esta afirmación: la cantidad de pastelerías históricas que sobreviven sin bajar el nivel desde hace décadas y la singularidad de sus elaboraciones más emblemáticas. Del ruso de Ascaso a los lacitos o el pastel jaqués de Echeto, pasando por la trenza de Almudévar de La Tolosana, las castañas de mazapán de Vilas, el pastel Biarritz de Albás o el pastillo de la panadería Sesé, la colección de delicias únicas que pruebas por allí te deja con la boca abierta y la glucosa elevada.

Partiendo de los legendarios Ultramarinos La Confianza y con la asesoría del maestro pastelero Raúl Bernal, hemos hecho una ruta por estos templos del hojaldre, las cremas, las yemas y las natas. Si quieres gozarla, no tienes más que darle al play en el vídeo de arriba.

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